Hay una parte que se olvida, más de lo que nos gustaría, desde los organismos públicos y privados de impulso a las personas trabajadoras por cuenta propia: prever los riesgos psicosociales en el régimen autónomo.
Ser autónomo en España implica registrarse como trabajador por cuenta propia y cumplir con ciertas obligaciones fiscales y de seguridad social.
Bien conocida es la fama del régimen autónomo en España.
Por una parte, tenemos a los que en este régimen ven oportunidades para desarrollar su propio camino laboral, a su gusto y ritmo.
Por otra, está el resto, esa mayoría sufridora de burocracia, fiscalidad e inseguridad social.
Da para escribir un libro, aprovechamos para recomendar: «Autónomos. Guía ilustrada para ser tu propio esclavo» de Álex Martínez Vidal.
Desde el trabajo social de empresa se diseñan Planes de Asesoramiento y Acompañamiento en Fase 1 y Fase 2 de las personas que deciden embarcarse en el régimen autónomo.
Estos Planes de Asesoramiento y Acompañamiento se denominan: PAI´s y cuenta con la prevención de los riesgos psicosociales en el régimen autónomo que el sistema no cubren.
Digamos que sobre las Fases hablaremos más adelante, resumiendo hay un área de trabajo técnica para la consolidación como persona trabajadora en el régimen autónomo, son aquellas cuestiones burocráticas a tener en cuenta:
1. Registro: Debes darte de alta en la Agencia Tributaria (Hacienda) y en la Seguridad Social. Esto incluye presentar el modelo 036 o 037 para el alta en el censo de empresarios.
2. Cuota de autónomos: Tendrás que pagar una cuota mensual a la Seguridad Social, que varía según la base de cotización que elijas. Hay una tarifa plana para nuevos autónomos que puede reducir el coste durante los primeros años.
3. Obligaciones fiscales: Como autónomo, deberás presentar declaraciones trimestrales de IVA e IRPF, así como una declaración anual. Es importante llevar una buena contabilidad para cumplir con estas obligaciones.
4. Licencias y permisos: Dependiendo de la actividad que vayas a realizar, puede que necesites obtener licencias específicas o cumplir con normativas locales.
5. Derechos y beneficios: Los autónomos tienen derecho a prestaciones como la baja por enfermedad, aunque las condiciones pueden variar. También puedes acceder a formación y ayudas específicas para emprendedores.
Sin embargo, como comentamos, la labor del trabajo social de empresa es diseñar un PAI, un Plan de Acompañamiento Individual para que nuestra idea de negocio sea sostenible en el tiempo, y coherente a nuestro nivel de desarrollo personal.
Es un trabajo en paralelo, por ello, es importante antes de iniciarnos, conocer algunos de los riesgos psicosociales en el régimen autónomo que pueden llegar a boicotear el Bienestar Social de las personas trabajadoras en esta condición.
1. Aislamiento social: Al trabajar solo, los autónomos pueden sentirse desconectados de otros, lo que puede llevar a la soledad y a la falta de apoyo emocional.
2. Estrés laboral: La presión de gestionar todos los aspectos de un negocio, desde la captación de clientes hasta la contabilidad, puede generar altos niveles de estrés.
3. Inseguridad económica: La incertidumbre en los ingresos puede causar ansiedad y preocupación constante sobre el futuro financiero.
4. Dificultades para desconectar: Al no tener un horario fijo, puede ser complicado establecer límites entre el trabajo y la vida personal, lo que puede llevar al agotamiento.
5. Falta de recursos: A menudo, los autónomos no tienen acceso a los mismos recursos de salud mental y bienestar que los empleados en empresas más grandes.
Si eres una persona en régimen de autónomo Fase 1 y 2 (inicio y consolidación) y has detectado 2 o más de estos ítems, no dudes en pedir ayuda profesional.
A través del trabajo social de empresa, vamos a poder diagnosticar el nivel de riesgo y consecuencia en tu camino en el régimen autónomo.
Y es que los riesgos cuando los compartes, son menos.
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